
- presupuesto previo que limite el gasto
- lista de artículos al ir de compras
- evitar comprar en momentos de euforia o desánimo
- no dejarse llevar por las tentaciones
- controlar lo que se gasta ( llevar encima una calculadora)
- evitar compras de última hora
- aprovechar las rebajas
- cambio de hábitos
cambio de hábitos
- combatir el aburrimiento o la soledad apuntándose a un curso o practicando algún deporte en lugar de pasar ese tiempo de tienda en tienda.
- marcarse objetivos intermedios y realistas.
- vencer los impulsos, evitando comprar un objeto en el acto. Darse unos días, y si interesa de verdad, volver para adquirirlo. una vez fuera del establecimiento, el consumidor suele olvidar su deseo de comprar.
- evitar pagar siempre con la targeta de crédito.
"¡Que no os vuelva a ver el pelo!"
El lunes 13 de enero dimos paso a la acción. Cuatro individuos, ataviados con pegatinas y tampones, nos dispusimos a modificar las etiquetas de varios artículos (ver columna lateral derecha, donde se detallan los mecanismos). Nuestro primer lugar de intervención: El Corte Inglés, en la avenida Francia de Valencia. Dirigimos nuestros pasos a una de las secciones con precios más elevados. Nada más entrar, dos guardias de seguridad se ponen en alerta, seguramente por nuestra apariencia. Seguimos. Mientras hacemos como que consultamos los precios, dejamos nuestra huella.Sin llegar a salir del establecimiento, sendos guardias no obligan a detenernos, exigiendo nuestra identificación. Muy tranquilos, les mostramos los carnets de la Universidad. Nos advierten que no quieren volver a vernos el pelo por allí, sin ninguna noción de respeto, y en un tono demasiado elevado, con una serie de argumentos superfluos, entre los cuales destacan que con nuestro comportamiento estamos atacando a la estabilidad de una importante Franquicia.Puede que para este tipo de acciones, y en emplazamientos de tal cariz, un@ deba disfrazarse de "punta en blanco", para evitar, sobre todo, los prejuicios. Pero a la vez, se trate de un atuendo sencillo que no llame demasiado la atención. Aprovecho para señalar que hay formas y maneras de comunicarse, y que bajo ningún concepto ni circunstancia se debe perder el respeto.Pues no conformes, y dispuestos a documentar la acción, o el resultado, volvimos, al cabo de una hora, a las andadas. Todo el equipo de dependient@s se dedicaba en aquellos instantes a retirar cada una de las "huellas"...Así se desarrolló la intervención. Garantizamos que volveremos, quizás camuflados y con armas más potentes. ¡No dejéis que acallen vuestra voz!